martes, 3 de febrero de 2009

Cuando la resistencia se manifiesta de diferentes maneras

Un niño ingresa a un nuevo colegio, donde compartiría con una mayor cantidad de niños
a lo que estaba acostumbrado.

Cuando llega al colegio su primer dia de clases, el ambiente le resultó extraño y ajeno.

Cualquier otro niño habría pensado que era el lugar perfecto para jugar a más no poder, más este niño no pensó así, por el contrario generó mil y un artilugios, mejor conocidos como mecanismos, para evitar su estadía en ese espacio que le resultaba ajeno.

Ya han pasado tres meses desde esos primeros días de clases y el niño aún mantiene comportamiento que ya sobrepasan las posibilidades de maestros y padres.

Ha llegado a somatizar de tal manera, que el desayuno se le convierte en una pesadilla y para otros niños, debido a los comportamiento algo desagradables, estos minutos se han tornado en imposibles.

Podemos pensar que el niño requiere de una ayuda especial, podemos pensar que el niño no posee muchas habilidades sociales que le faciliten su rápida adaptación.

Hay niños Tímidos, hay niños muy extravertidos, hay niños que tienen un mejor manejo de su ansiedad que otros, en este caso hablaremos de los niños tímidos y les copiamos un artículo que presentara una compañera en una comunidad de aprendizaje, donde hablan sobre el tema en especial y de manera muy sencilla, si es ese su caso, esperamos que esta lectura le resulte de utilidad.

EL NINO TIMIDO

El niño va creando su autoimagen desde los primeros años de su vida, en base a lo que cree que los demás ven en él y lo que desea que realmente vean.

Es evidente que si su entorno más inmediato de amigos, familiares y conocidos se muestran tranquilos y a gusto en su presencia, le dan cariño y reconocen sus cualidades, su autoimagen será excelente.

El niño tímido necesita entrenarse en sus habilidades sociales.
Buscar en su entorno más próximo es la base para elegir a un amigo, ya que tienen más posibilidades de ser amigos quienes viven más cerca que quienes están más alejados.

La semejanza de los intereses comunes, características personales, en sus aficiones, etc., atrae a las personas y en especial a los niños.

Cabe saber, que la amistad se hace duradera a partir de la adolescencia y las amistades se hacen más firmes.

Para lograr que el niño adquiera habilidades sociales:

* Enseña al niño a ponerse en el lugar de los demás niños, a respetar la opinión de los otros y a la vez que respeten la suya. Esto es esencial para aprender las formas de comunicación humana y evitamos que se sienta incomprendido e inadaptado.

* Enseña a tu hijo con ejemplos prácticos, como saludar, a presentarse, a no preocuparse si en un principio no se le acepta plenamente, a hacer comentarios positivos de otros niños o a no ponerse nervioso porque no se fijen en su persona al comienzo. Muéstrale paso a paso en cada caso concreto.

* Recuerda alabar al niño con sus pequeños o grandes logros sociales, incluso aunque apenas haya tenido éxito. Apóyale y dale tu confianza, no le critiques por su falta de habilidad comunicativa.

* Anímale en su capacidad de tener éxito en cualquier actividad que domine y que pueda ayudar a los demás


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Por Carol Simpson